miércoles, 23 de junio de 2010




Biodiversidad.

A través de miles de millones de años, los organismos que han poblado la Tierra se han transformado, han surgido nuevas especies y muchas otras han desaparecido. Como producto de estas transformaciones, nuestro planeta ha atesorado un recurso muy valioso, la biodiversidad. Así, la biodiversidad se entiende como el resultado de la evolución, expresada en las diferentes formas y modos de ser y de vivir. La selección natural, las mutaciones y la recombinación genética son factores determinantes para la existencia de la diversidad en los diferentes momentos y lugares. La diversidad se manifiesta en todas las formas vivas, todos los niveles de organización la presentan.
El término biodiversidad puede entenderse como una entidad formada por tres conceptos fundamentales: la diversidad genética, la diversidad de especies y la diversidad ecológica.
La diversidad genética es aquélla que se forma por la variabilidad de información genética que tienen los organismos de una misma especie. Puede ser considerada como base de la evolución de los organismos.

Aunque podemos reconocer a los leones, por ejemplo, por su piel amarilla, sus garras fuertes, la espesa melena de los machos, el imponente rugido que producen, no todos los leones son iguales entre sí, como no lo son los hermanos o los cachorros de una camada de gatos. Cada organismo posee una cierta información genética. La variabilidad de esta información es a lo que llamamos diversidad genética.
Cuando en una especie la variabilidad genética es grande, sus posibilidades de sobrevivir o de sobreponerse a una crisis son mayores. Cuando en una especie hay muy pocos organismos diferentes entre sí, su fortaleza para resistir las adversidades disminuye. Esto se explica porque cuando hay pocos organismos o estos son poco diversos, al cruzarse entre sí, no tienen a mano una gran diversidad de genes, y cuando existe un gen adverso o defectuoso, hay pocas posibilidades de suplirlo y se manifestará cada día más en la población.
Si recordamos lo que ha pasado con algunos personajes de la historia podremos entender como, para mantener el poder, los nobles se casaban con sus parientes y pocas veces permitían que entraran a la familia personas que no fueran nobles. Como la nobleza era escasa, los casamientos entre primos y parientes cercanos, eran muy frecuentes. De esta manera, cuando aparecía en un miembro de la nobleza un gen defectuoso como el que produce la hemofilia (incapacidad para que la sangre se coagule), cuando éste se casaba con un pariente que también portara ese gen, la probabilidad de que los hijos lo heredaran aumentaba.
La diversidad de especies es la variabilidad de especies que existen en nuestro planeta. En la Tierra existen leones, gatos, leopardos y panteras, cada uno de estos corresponden a una especie diferente. Sabemos que nos rodean helechos, musgos, manzanos y rosales, que también corresponden cada uno a diferente especie. Coexisten hoy, en nuestra maravillosa Tierra osos, cerdos, flamencos, hombres, ratones, peces, gusanos, mariposas, lagartos y elefantes.... es decir, miles de especies distintas con las que tenemos el privilegio de compartir nuestro espacio y nuestro tiempo.
Después de una despiadada cacería de guepardo esta especie se redujo de tal manera que se vieron obligados a reproducirse entre sí, de manera que hoy, la diversidad genética de la especie es mínima. Estos organismos son considerados como especie en vías de extinción, toda vez que los genes defectuosos que tienen suman su acción y no hay genes ‘nuevos’ que entren y se combinen con ellos para bajar la probabilidad de que los genes defectuosos actúen. Hoy los científicos están muy preocupados por salvar al guepardo, sin embargo, los organismos que tenían los genes que los podrían salvar, hoy ya no viven.
Como se sabe, ninguna especie es despreciable, todas tienen una importante función dentro de la trama de la vida. La ‘indeseable’ mosca doméstica, la ‘repugnante rata’, el ‘feo’ sapo o la ‘atemorizante’ serpiente, todos ellos son indispensables en el concierto de la naturaleza. Si faltara cualquiera de ellos, el equilibrio se vería alterado.
Esto ocurre por ejemplo, cuando al aplicar insecticidas para preservar las cosechas de las plagas, se mata a una gran cantidad de insectos no nocivos, algunos incluso, prestan una importante ayuda al hombre y a otros organismos, tal es el caso por ejemplo, de la ‘mariquita’ o ‘catarina’, que puede mantener el control de pulgones, pero que muere junto con las plagas cuando se aplica un determinado insecticida; o el caso de los insectos que participan en la polinización.



Los científicos consideran que en la Tierra puede haber entre 40 y 80 millones de especies diferentes, de las cuales sólo unas cuantas han sido identificadas. Cabe preguntarse por qué tanta diferencia en los datos que reportan. Esto se explica en parte, porque la mayoría de las especies de plantas y de animales que existen no han sido identificadas aún, muchas ni siquiera han sido vistas, sin embargo, observando el número de especies que puede haber en un área determinada, es como los biólogos han podido estimar el total de ellas, y como comprenderás, depende el área y la manera de estudiarla, que unos creen que hay cerca de 40 millones, mientras que otros -que han encontrado casi el doble que los primeros- creen que hay alrededor de 80 millones.




La diversidad ecológica por su parte, se establece por la multitud de medios donde estas especies se establecen formando comunidades y ecosistemas. En nuestra Tierra existen biomas, es decir, regiones habitadas por ciertos tipos de vida entre las que podemos encontrar: los bosques, los desiertos, la tundra, el arrecife o los pastizales.


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